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Mitos que perpetúan la violencia de género

La mayoría de las personas que nos enfrentamos con la indiscutible injusticia que supone el mantener a un gran número de mujeres, niños y niñas despojadas del derecho a la seguridad y libertad, reaccionamos defendiéndonos del trauma que nos produce esta información. Lo manifestamos con disgusto, cuando no con absoluto rechazo e incredulidad (1). Es duro creerlo y usamos todo tipo de justificaciones y racionalizaciones para defendernos de esta terrible realidad. Con frecuencia nos defendemos de ella culpando a la víctima, justificando al agresor y terminando con una actitud de tolerancia hacia el fenómeno. Se racionaliza la violencia de agresores a mujeres vinculándola sin razón científica al alcoholismo, adicciones, celos, marginación, enfermedad mental y otros factores que, aunque pueden actuar como precipitadores, todavía no se nos ha explicado cómo esas circunstancias convierten a varones en agresores y las mismas circunstancias convierten en víctimas a las mujeres. Sólo el análisis de género nos proporciona alguna pista.

Las actitudes de tolerancia, como casi todos los aspectos del fenómeno violencia de género, no tienen fronteras nacionales o culturales y se manifiestan de forma similar donde la relación de género es desigual y se ha empoderado (2) al hombre y no a la mujer. Los mitos culturales, sociales y psicológicos para negar o justificar la violencia de género, violencia de pareja y familiar están extendidos por todas las culturas. La campaña Zero Tolerance, también realizada en Edimburgo, Gran Bretaña, se inició con un estudio por centros para identificar las actitudes de la adolescencia respecto a la violencia de pareja y familiar. Los resultados revelaron que la tolerancia de ambos sexos a este tipo de violencia está establecida ya en la educación secundaria. Se tolera mayor violencia hacia esposas que hacia novias o amigas y se justifica con una serie de mitos que la adolescencia ya tiene bien integrados. Los mitos que se presentan a continuación tienen la función de ayudar al profesorado a examinar sus propias actitudes de violencia sin miedo y con una actitud autocrítica. Pueden usarse de forma creativa en trabajo escolar, dedicando un día a un mito.

Todas las personas tenemos integrada la tolerancia hacia la violencia de genero. Reconocer y transformar estas actitudes en una o uno mismo, es esencial para hacer de modelo de igualdad para la infancia.

Algunos de los mitos identificados son:

1.- Violencia domestica

Mito: Si ha ocurrido sólo una vez, no ocurrirá más.
Realidad: La violencia doméstica no es un incidente aislado. Normalmente forma parte de un patrón de violencia que irá en aumento.

Mito: Sólo cierto tipo de hombres abusan de sus parejas.
Realidad: No existe el abusador típico. La edad, constitución, raza, religión o temperamento no son factores determinantes.

Mito: Los hombres que maltratan son enfermos mentales.
Realidad: No existe relación causa-efecto entre la enfermedad mental y violencia doméstica. La violencia está motivada por un deseo de controlar y mantener poder sobre la mujer.

Mito: Los hombres que asaltan o abusan de sus parejas son violentos por naturaleza.
Realidad: La mayoría de los hombres que abusan de sus parejas no son violentos fuera del hogar.

Mito: Los hombres que maltratan han sido maltratados en la infancia.
Realidad: No existe evidencia alguna de que exista un ciclo de abuso. La mayoría de hombres y mujeres abusados en la infancia no optan por abusar en la edad adulta. Es más, si fuera así debería haber un mayor número de maltratadoras.

Mito: La violencia domestica la causa el alcohol.
Realidad: Un gran número de hombres violentos atacan cuando están sobrios. El alcohol es una excusa más que usan los hombres violentos para justificar su violencia y no hacerse responsables.

Mito: Si hubiera sido tan violento, ella lo habría denunciado.
Realidad: 46% de las mujeres no denuncian la violencia que sufren por miedo a represalias y una gran mayoría porque piensan que no van a ser creídas o tomadas en serio. (Este número es menor en nuestro país, que está entre el 10 y 20% de denuncias).

Mito: Los hombres también son agredidos por sus parejas.
Realidad: Los archivos policiales muestran que el 99% de la violencia en la pareja la realiza el hombre hacia la mujer.

2.- Agresiones sexuales y violación

Mito: La violación ocurre a manos de extraños.
Realidad: El 83% de las mujeres son violadas por alguien a quien conocen y en quien confían. El 20% son amigos/novios y el 33% esposos. El resto son conocidos.

Mito: Una vez que un hombre está excitado, no puede hacer nada para controlar su necesidad sexual.
Realidad: Los hombres usan una variedad de excusas para justificar la violación. Nunca hay excusa.

Mito: La mujer no fue herida, ni luchó para defenderse. No fue violación.
Realidad: Los hombres usan armas y/o amenazas para intimidar a la mujer que violan. El hecho de que no exista evidencia visible de violencia no significa que una mujer no haya sido violada.

Mito: La mujer estaba borracha/drogada/tenía mala reputación/hacía auto-stop/vestía provocativa/le sedujo. Le dio lo que estaba pidiendo.
Realidad: Los hombres usan una variedad de excusas para intentar desacreditar a la mujer a la que violan y justificar su delito. Ninguna mujer pide o se merece que la violen o agredan sexualmente. (Estos agravantes funcionarían a favor del agresor violador, justificando su conducta).

Algunos mitos confluyen y aparecen en violencia doméstica, violación y abuso sexual a la infancia.

3.- Abuso sexual a la infancia

Mito: El abuso sexual a la infancia no es un problema extendido.
Realidad: Un menor de cada cuatro es abusado sexualmente (Gran Bretaña). (En España el 23% del total de niñas y el 15% del total de niños, es abusada antes de los 17 años). Estos datos son similares en otros países.

Mito: La infancia corre peligro con extraños.
Realidad: El 82% de los abusadores son conocidos de su víctima. El 19% son familiares. (Los datos de AMUVI muestran aún mayor porcentaje).

Mito: Los menores muy jóvenes no son tan frecuentemente abusados.
Realidad: A los menores se les abusa a cualquier edad, desde la infancia a la adolescencia. Entre una cuarta y una tercera parte de todo el abuso conocido a menores, se perpetra a los cinco años o antes.

Mito: El hombre estaba deprimido/estresado/su mujer embarazada/estaba borracho/enfermo/abusado en su niñez, etc. etc.
Realidad: Los abusadores usan una variedad de excusas para evitar tomar responsabilidad por el delito, y transfieren la culpa a cualquier persona o cosa. Nunca hay excusa.

Mito: Las mujeres también abusan sexualmente.
Realidad: Más de el 95% de los abusadores sexuales de menores son varones.

(1) Datos de Zero Tolerance Charitable Trust, 1997. P.O.Box 13497. Edinburgh EH64ZF. Organización de Caridad dedicada al estudio de la Violencia de Género
(2) Empoderar: dar poder, autorizar. Desempoderar: despojar de poder, desautorizar.